¿Qué es el embalaje flexible y cuales son sus ventajas?
La industria del packaging tiene que dar soporte a todo tipo de productos. En muchos casos, estos poseen formas irregulares o características especiales que hacen que los envoltorios rígidos tradicionales no sean adecuados para ellos. Este fue el principal motivo por el que se buscaron soluciones de embalaje flexible. Sin embargo, con el paso del tiempo, este tipo de packaging reveló innumerables beneficios. En Cartonajes Malagueños lo vamos a explicar detalladamente.
¿Qué es el embalaje flexible?
El embalaje flexible es un tipo de packaging que se caracteriza, fundamentalmente, por haber sido fabricado en materiales que se adaptan a las características del producto que protegen. Es el caso, por ejemplo, del papel, del plástico o del aluminio. Todos ellos destacan por su flexibilidad y resistencia, de modo que no se rompen fácilmente aunque cambien su forma.
Diferencia entre el embalaje rígido y el flexible
Es bastante obvia. El embalaje rígido se crea a partir de materiales “duros”, es decir, poco o nada flexibles. Aquí podríamos hablar de la madera, el metal, el vidrio o ciertos tipos de plástico. Es el recomendado para aquellos productos que requieren de mayor soporte y protección por ser especialmente delicados y valiosos.
En cambio, como señalamos anteriormente, el packaging flexible destaca por su capacidad para adaptarse a las formas y contornos de los productos que envuelve. Es más, puede cambiar de forma para resultar adecuado para una gran variedad de ellos.
Ventajas del embalaje flexible
Siempre que sea posible apostar por el embalaje flexible, disfrutaremos de todas estas ventajas:
- Adaptabilidad: los materiales, al ser flexibles, se ajustan a las características del producto. Esto hace que ocupen menos espacio y que la experiencia del usuario sea mejor. También se mejora su presentación a nivel estético.
- Rentabilidad: por norma general, los embalajes flexibles son más económicos que los rígidos. Pero, además, pesan menos y ocupan menos espacio, por lo que ayudan a minimizar los gastos de transporte y almacenamiento.
- Optimización y sostenibilidad: solo se usa la cantidad exacta de material que se necesita para la elaboración del embalaje. De esto se deriva también un menor impacto medioambiental y un mayor ahorro de recursos y materias primas.
Tipos de packaging flexible
Atendiendo a su estructura, podemos encontrar dos grandes tipos de envases:
- Monocapa: formados por una sola capa de material
- Multicapa: formados por dos o más capas de material
Por otro lado, podemos distinguir tres tipos de embalajes flexibles en función del número de soldaduras:
- Los de dos soldaduras son los recomendados para por ejemplo para productos como tabletas de turrón o barritas de cereales.
- Los de tres soldaduras se emplean habitualmente para envolver productos congelados.
- Los de cuatro soldaduras son los más complejos y se usan para contener alimentos para mascotas, detergentes, panes de molde, etc.
Finalmente, también podemos distinguir entre envases flexibles estables, que cuentan con una base reforzada para soportar mayor peso, y termoformados, que se usan en envases con forma de blíster.
Aplicaciones del packaging flexible
La versatilidad del embalaje flexible hace posible que se pueda utilizar en una gran variedad de industrias. Es el caso, por ejemplo, de la farmacéutica, donde se puede emplear para la elaboración de bolsas de suero y otros medicamentos líquidos. En este supuesto, una ventaja adicional es la facilidad de esterilización de los materiales usados.
Por su parte, el packaging flexible también es útil en la industria cosmética, es decir, para proteger productos de belleza y conseguir presentaciones más atractivas visualmente como nuestras cajas de cartón para perfumes y cremas. Lo mismo sucede en la textil, que también protege las prendas de la humedad y el polvo.
Usos en la industria alimentaria
Sin embargo, donde mayor utilidad está mostrando el embalaje flexible es en la industria alimentaria. ¿Los motivos? Brinda una protección duradera y efectiva para los productos comestibles. Además, evita daños durante el transporte y el almacenamiento y garantiza su frescura durante más tiempo.
Por si fuera poco, el uso del packaging flexible en la industria alimentaria supone una notable reducción de los costes y una distribución más sencilla. Incluso hay estudios que revelan que mejora la visibilidad de la marca y que ofrece presentaciones más agradables para los clientes, los cuales ven su atención más atraída por ellos.
En definitiva, hay muchas razones que explican por qué el embalaje flexible cada vez goza de una mayor implantación en muchas industrias, pero sobre todo en la alimentaria. Si quieres saber más, solo tienes que ponerte en contacto con Cartonajes Malagueños.
Foto de Jonathan Sanchez en Unsplash.