Sistemas de almacenamiento: qué son, funciones, tipos y ejemplos

Hoy en día, los sistemas de almacenamiento juegan un papel clave para la inmensa mayoría de empresas,  tanto en los pequeños ecommerce como en las grandes comercializadoras. Al fin y al cabo, gracias a ellos pueden guardar de forma segura y accesible sus productos y mercancías, las cuales ocupan el menor espacio posible dentro de sus instalaciones.

Pero ¿qué es un sistema de almacenamiento, cuáles son sus funciones y qué elementos lo integran? En muchas ocasiones, nuestras cajas de cartón se integran a estos procesos de almacenamiento, por eso desde Cartonajes Malagueños queremos dar respuesta a estas preguntas.

¿Qué es un sistema de almacenamiento?

Los sistemas de almacenamiento son estructuras físicas diseñadas para guardar mercancía de forma optimizada, es decir, aprovechando al máximo el espacio disponible y organizando los productos con base en determinados criterios para facilitar el acceso a los operarios.

Hoy en día, son elementos clave en cualquier almacén logístico. De hecho, su diseño ha de realizarse de forma minuciosa por profesionales especializados, ya que de él dependerá que la empresa que lo gestiona pueda funcionar con eficiencia.

Funciones de un sistema de almacenamiento

Todos los sistemas de almacenamiento han de cumplir una serie de funciones relacionadas con la logística y la distribución de los productos. Hablamos, en concreto, de:

  • Recibir las nuevas mercancías que lleguen a la empresa a través de sus proveedores.
  • Optimizar el espacio disponible para almacenar la máxima cantidad de mercancía, pensando siempre en su accesibilidad.
  • Almacenar de manera segura las mercancías hasta que sean adquiridas por los clientes o tengan que salir durante la siguiente etapa de la cadena logística.

Además, en los sistemas de almacenamiento se puede llevar a cabo la preparación de los pedidos o picking y su embalaje final, aunque no se da en todos los casos. También se lleva un exhaustivo registro de las entradas y salidas de productos.

Tipos de sistemas de almacenamiento

Todos los sistemas de almacenamiento requieren de infraestructuras concretas para cumplir con sus objetivos. Sin duda, estas son las más habituales.

Estanterías

Se trata de estructuras ancladas al suelo y divididas en estantes cuya misión es aprovechar el espacio vertical disponible en el almacén. Generalmente, en los dos niveles inferiores se sitúan las mercancías con mayor flujo de entrada y salida. En los más altos, los cuales solo son accesibles mediante carretillas elevadoras, guardan los productos con menos demanda.

También tenemos que hablar de las estanterías móviles que, al contrario que las anteriores, no se anclan al suelo. Se sujetan sobre un sistema de raíles que permite modificar su posición, por lo que son ideales dentro de almacenes de tamaño reducido. Eso sí, no brindan la posibilidad de guardar una cantidad demasiado grande de mercancías.

Sistema de almacenamiento compacto

Los sistemas de almacenamiento compacto reducen las dimensiones de los pasillos en los que trabajan los operarios y comprimen al máximo las ubicaciones donde se almacena la mercancía. Al contrario que las estanterías citadas anteriormente, renuncian a permitir el acceso directo a todos los palets con el propósito de aprovechar más el espacio.

Por ello, se trata de sistemas adecuados para almacenes que guardan cargas homogéneas en los que la rotación no es la máxima prioridad. Lo mismo podemos decir respecto a las cámaras frigoríficas.

Pallet-racks

O racks de palets. En concreto, se trata de estructuras metálicas similares a las estanterías, pero diseñadas para soportar el peso y dar cabida a las grandes dimensiones de los palets con carga. Son muy resistentes y dan prioridad a la estabilidad y el acceso.

Silos almacenadores

Los silos almacenadores se fabrican en madera, metal u hormigón armado y, por norma general, tienen forma cilíndrica. Su función primordial es la de almacenar materiales a granel, como puede ser el grano de determinados cereales. También es útil para el almacenaje de carbón y cemento, así como para otros combustibles y materiales de construcción.

Tanques de almacenamiento

Son bastante parecidos a los silos, aunque suelen tener forma esférica. En este caso, su objetivo es facilitar el almacenamiento de materiales líquidos o gaseosos previamente comprimidos. Hablamos, por ejemplo, de gas butano, petróleo o agua.

Ejemplos de sistemas de almacenamiento

Hay multitud de ejemplos de sistemas de almacenamiento que todos conocemos. El más claro de ellos es el de cualquier biblioteca. Este tipo de espacios han sido diseñados para almacenar libros en papel mediante estanterías y para facilitar que sean los propios usuarios los que los encuentren por sí mismos.

Otro buen ejemplo lo ofrece IKEA, la cadena sueca de venta de muebles low cost. Una de las claves de su modelo de negocio es el self service, es decir, que sea el propio cliente el que recoja los productos que quiere comprar directamente en su almacén.

Existen muchos ejemplos más, pero creemos que estos dos son suficientes para ilustrar qué es un sistema de almacenamiento y cómo funciona. Eso sí, en caso de que te haya quedado alguna duda o quieras saber más, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te ayudaremos en lo que necesites.

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