Tipos de embalaje y sus características
¿Necesitas diseñar tu packaging? Descubre todos los tipos de embalaje, sus características, sus funciones, sus materiales y elige el embalaje que necesitas. Hay muchos tipos de embalajes. Seguramente, más de los que se te ocurren si lo piensas en este preciso instante. Por ello, en Cartonajes Malagueños vamos a hablarte acerca de cuáles son y de sus principales características, lo que te ayudará a decidir cuál le conviene más a tu negocio. Presta atención.
Tipos de embalaje según su posición respecto al producto
El producto que contiene el embalaje o packaging marca, en gran medida, sus características. De hecho, no solo tiene la función de proteger el producto, sino también de facilitar su transporte y de llamar la atención del consumidor. En este sentido, podemos diferenciar tres opciones diferentes: embalaje primario, secundario y terciario.
- Embalaje primario
Es el embalaje que está en contacto con el producto, es decir, el que lo alberga en su interior. Es lo que conocemos popularmente como envase. Además de protegerlo, ofrece información valiosa al consumidor y trata de atraer su atención mediante el uso de colores, llamadas a la acción, información nutricional, etc.
- Embalaje secundario
El embalaje secundario es aquel que ofrece soporte al embalaje primario. ¿El objetivo? Unir varios productos en un solo paquete haciendo más sencillo su transporte y distribución. Te ponemos un ejemplo. Imagina un pack de 6 latas de atún. La lata en sí misma sería el embalaje primario, mientras que el cartón que las sujeta y las mantiene unidas sería el secundario.
- Embalaje terciario
El embalaje terciario es el destinado a facilitar el transporte y distribución de los embalajes secundarios. La fórmula más utilizada a nivel mundial es el palé. En él es posible colocar una gran cantidad de cajas que hagan las veces de embalaje secundario. Así es posible cargarlos y descargarlos cómodamente de un camión.
Tipos de embalaje según su material
La elección del material con el que se fabricará el embalaje es otra cuestión muy importante a la hora de determinar la tipología de los embalajes. Actualmente, los más habituales son los siguientes.
Embalaje de cartón
La opción preferida de los fabricantes, distribuidores y vendedores en la actualidad. Y es que el cartón, como material de packaging, ofrece muchas ventajas:
- Se trata de un material muy ligero que ayuda a ahorrar costes en el transporte.
- Ocupa muy poco espacio, ya que generalmente se vende en formato de cajas automontables con tapa o solapa.
- Ofrece un nivel de personalización muy alto. Cualquier empresa puede personalizar el diseño de sus cajas sin realizar una gran inversión.
- Protege eficazmente el producto ante golpes y arañazos. Especialmente, si se combina con otros elementos como, por ejemplo, el típico plástico de burbujas.
- Tiene una relación calidad-precio excepcional.
- Se adapta a productos de todas las formas y tamaños.
- Es ecológico, puesto que se puede reciclar y reutilizar. Además, una vez llegado el fin de su vida útil, se biodegrada en menos de un año.
El único inconveniente que presentan las cajas de cartón es su escasa resistencia a la humedad. Es decir, no protege eficazmente los productos del agua. Sin embargo, es un problema que puede solucionarse fácilmente, por ejemplo, recubriendo las cajas con papel film industrial.
Embalaje de plástico
El plástico ha sido desde hace décadas el material preferido a la hora de fabricar el packaging de los productos. Sin embargo, está perdiendo relevancia en favor del cartón, ya que no posee sus ventajas medioambientales. Por ejemplo, tarda mucho más tiempo en biodegradarse (a veces, miles de años) y requiere del uso de más energía durante su reciclaje.
Sin embargo, es obvio que sigue ofreciendo ventajas, motivo por el que se sigue utilizando con bastante asiduidad. Vamos a verlas:
- Es totalmente impermeable, por lo que protege a los productos de la humedad como ningún otro.
- Actúa como barrera para evitar que se contaminen. Algo muy importante si hablamos de productos alimenticios.
- En este sentido, preserva las cualidades de los alimentos y no les aporta sabor ni olor.
- Admite la integración de chips RFID (identificación por radiofrecuencia) que facilitan el control de los productos durante todas las fases de la cadena de producción, distribución y venta.
Por su parte, en términos de diseño, el plástico también ofrece una gran variedad de opciones. Sin embargo, no tantas como el cartón, ya que no es un material tan versátil.
Embalaje de vidrio, madera, aluminio u otros materiales
Hay productos que tienen unas necesidades especiales y en función de ellas hay que elegir correctamente su tipo de embalaje. Esto pasa sobre todo, cuando reciben la consideración de premium y tienen un precio muy elevado. En esos casos, es posible utilizar:
- Embalajes de madera. Son los más habituales cuando el producto tiene unas dimensiones muy grandes y es necesario brindarle una alta protección frente a los golpes. Es un material bastante barato, ya que normalmente se utilizan maderas recicladas y de bajo coste. Aun así, resulta bastante superior al del cartón y el plástico. Para su uso es necesario aplicar productos desinfectantes. Así lo obliga la Unión Europea y muchas otras organizaciones comerciales a nivel mundial.
- Embalajes de vidrio. Actualmente, casi solo se utilizan para fabricar botellas y botes de conservas. No olvidemos que se trata de un material bastante frágil ante los golpes, si bien es cierto que ofrece una gran resistencia térmica y que salvaguarda las cualidades de los productos almacenados en su interior de manera muy eficaz. Aunque se puede modelar, las estrategias de packaging orientadas al marketing se ejecutan mediante etiquetas de papel.
- Embalajes de aluminio. El aluminio es un metal ligero, flexible y que se puede reciclar, aunque no es barato. También preserva muy bien el sabor, el aroma y la higiene de los productos. Los ejemplos más habituales te los ofrecen las latas de refrescos.
Sin duda, estos son los materiales usados con mayor asiduidad para realizar el embalaje de los productos. De hecho, para aprovechar las ventajas de todos ellos, no es extraño que se realicen combinaciones que incluyan varios de ellos.
Tipos de embalaje según su función
La última distinción que vamos a realizar tiene que ver con la función que cumple el embalaje respecto al producto. Como podrás ver, las tres categorías que se engloban aquí no difieren mucho de la primaria, secundaria y terciaria.
Embalaje contenedor
Como su propio nombre indica, es el responsable de albergar el producto en su interior. Su principal misión es adaptarse a sus necesidades con el propósito de protegerlo y preservar sus características y propiedades.
Embalaje protector
Por su parte, hay embalajes cuya función es la de proteger el producto de golpes y arañazos, de la humedad o del calor, por ejemplo. El film transparente, el plástico de burbujas o los flejes cumplen perfectamente este cometido.
Embalaje unificador
En este caso, hacemos referencia a embalajes cuya función es la de mantener unidos varios envases. Sería el caso, por ejemplo, de las cajas que albergan 6 tetrabricks de leche. También tienen la misión de facilitar el transporte y de hacer que ocupen menos espacio que si estuviesen separados.
Embalaje para envíos
Aquí nos encontramos al diseñado en exclusiva para su transporte por parte de empresas de mensajería. Por ello, suele ser simultáneamente un embalaje contenedor, protector y unificador. Además, se adapta al medio en cuestión utilizado por la compañía (furgonetas, camiones, barcos, aviones, etc.)
¿Cómo elegir el mejor tipo de embalaje para tu producto?
No podemos terminar este artículo sobre los diferentes tipos de embalaje que existen sin darte algunos consejos para que elijas el adecuado para tu producto:
- Estudia tu mercancía. Has de establecer cuáles son sus necesidades y qué requisitos debe cumplir el embalaje para garantizar su llegada en perfecto estado al punto de destino.
- Ten en cuenta el medio de transporte que utilizarás. Lo habitual es que la empresa de mensajería por la que apuestes emplee sistemas de transporte terrestre, pero todo depende de dónde se encuentre el lugar de destino del producto.
- Piensa en el diseño. Ha de adaptarse a las necesidades del producto y, además, ajustarse a tu estrategia de marketing. Sobre todo, si va a llegar al consumidor final. En este sentido, ha de admitir la máxima personalización posible.
- Elige una opción respetuosa con el medioambiente. En primer lugar, porque el mundo del mañana nos preocupa a todos. Pero, además, te permitirá transmitir a tus clientes que posees un negocio sostenible y ecológico.
Todo esto nos lleva a decir que, con casi total probabilidad, el cartón es el mejor material para todos los tipos de embalajes de productos. ¿Necesitas embalaje de cartón? Ponte en contacto con Cartonajes Malagueños, te asesoremos y te haremos un presupuesto adaptado tus necesidades.